¡ Ay, mi cunita vacía!
¡ Ay, querubín de mi alma!
¿ Quién velará tu sueño?
¿ Quién te cantará mis nanas?
No te conocí y extraño
tu carita sonrosada,
tu pelo alborotadito,
tus dos manitas de plata.
No pecastes y pagastes,
sin culpa también se paga,
más nunca diré que era quién
para que tu vida segara.
Perdona a tu padre, perdona.
Perdona también a tu mama.
Que quienes más te quisieron
te arrancan de sus entrañas.
Dios te guarde en su seno.
La Virgen cante mis nanas
y una estrellita en el cielo
ruegue por nuestras almas.
¡ Ay, mi cunita vacía!
¡ Ay, querubín de mi alma!
¿ Quién velará tu sueño?
¿ Dónde tu cuerpo descansa?
—————